La hiperhidrosis está más extendida de lo que parece, tan solo en España, más de un millón de personas padecen esta enfermedad.
En este post, explicaremos qué es esta enfermedad, porqué se produce, sus síntomas y cómo podemos tratarla.
Qué es la hiperhidrosis
La hiperhidrosis es una enfermedad que afecta a las glándulas sudoríparas del cuerpo, haciendo que estas sean hiperactivas.
Están estimulación anormal, genera una sudoración excesiva.
Por tanto, es una afección por la cual, la persona afectada suda de manera excesiva, incontrolable e impredecible.
Esta sudoración puede darse incluso en momentos de reposo (sin necesidad de hacer ningún esfuerzo físico), o cuando la temperatura es fría.
Claramente, afecta al normal desarrollo de la vida del paciente, pudiendo llegar incluso a generar incapacidad laboral y social.
Síntomas de la enfermedad
Como hemos indicado antes, la hiperhidrosis puede causar una discapacidad en la vida del paciente, tanto a nivel social como laboral ya que, el sudor descontrolado, moja la ropa, aquellos objetos que se manipule y, si la sudoración es muy extrema, puede gotear llegando a mojar el suelo.
Por tanto, el principal síntoma es el sudor descontrolado y excesivo.
Añadido al principal síntoma mencionado, y derivado de este, podemos encontrar:
- Sobreinfección cutánea en la planta de los pies por las bacterias.
- Bromhidrosis o mal olor.
- Maceración.
- En las palmas de las manos, genera manos frías, dermatitis de contacto, manos cianóticas y dishidrosis (formación de pequeñas ampollas).
Qué causa la hiperhidrosis
La principal causa, suele ser el estímulo térmico y emocional que genera una respuesta de las glándulas sudoríparas, que comienzan a segregar el sudor.
El sudor ayuda a nuestro cuerpo a reducir la temperatura en caso de sufrir calor. La temperatura corporal puede verse afectada por muchos factores: la temperatura ambiental, situación de nervios/estrés, enfermedad de algún tipo (fiebre), tratamientos farmacológicos, etcétera.
En cualquier caso, si bien el sudor es normal y benigno para nuestro cuerpo, generarlo en cantidades anormales tiene efectos adversos.
Tipos de hiperhidrosis
Los tipos de hiperhidrosis pueden calificarse en varias categorías.
Según sus causas
En función del motivo que genere esta enfermedad podemos calificarla en dos:
- Por causa desconocida: esta es la más frecuente. Se inicia en la infancia o adolescencia y persiste algunos años. En algunos casos, se experimenta mejoría repentina a los 25 años. Por norma general, tiene antecedentes familiares. Afecta a axilas, manos, pies y cara.
- Por causa patológica: aparece acompañado de alguna enfermedad infecciosa, enfermedades tumorales o neurológicas, o enfermedades generales como la diabetes o intoxicación alcohólica. También puede darse como efecto secundario de algún fármaco.
Según sus localización
Pueden clasificarse en generales: que afectan a todo el cuerpo, o localizadas: que afecta a zonas determinadas (axilas o pies o manos…).
Cómo tratar la hiperhidrosis
Actualmente, existen numerosos tratamientos que pueden curar esta enfermedad o aliviar sus síntomas.
En primer lugar, para poder tratar la enfermedad, el paciente deberá asistir a consulta con el profesional médico.
Este, le realizará una exploración previa para localizar los principales focos, gravedad de la enfermedad y saber cómo atacarla.
Las pruebas diagnósticas para la hiperhidrosis son las siguientes:
- Prueba del papel: el especialista pondrá un papel especial en la zona afectada para absorber el sudor. Una vez lo retire, este será pesado. Cuanto más pese, más sudor se habrá generado.
- Prueba de sangre: mediante un análisis de sangre se estudia si el problema radica en las glándulas tiroideas u otras afecciones.
- Prueba del almidón y yodo: se aplica yodo en las zonas afectadas. Una vez se seque, se aplica almidón. Esta combinación provoca que, cualquier parte con exceso de sudor cambie el color de la solución, tornándose de de azul oscuro a negro.
- Examen de diagnóstico por imagen: se realiza en caso de sospecha de tumor.
Una vez determinado el grado de la enfermedad, el profesional valorará el tratamiento a aplicar:
- Medicamentos: ciertos fármacos pueden reducir la estimulación de las glándulas sudoríparas. Este método se aplica especialmente en gente que padezca la hiperhidrosis en la cara. No es recomendable para todo el mundo puesto que presenta efectos adversos.
- Antitranspirantes: la aplicación de antitranspirantes fuertes genera el taponamiento de las glándulas sudoríparas, reduciendo así la secreción de sudor. Pueden irritar la piel y manchar la ropa. El desodorante reduce el olor pero no sirve para tratar esta enfermedad.
- Cirugía: mediante procesos quirúrgicos se regula esta sudoración.
- Con la simpatectomía torácica endoscópica, se corta un nervio que «apaga» la señal que indica al cuerpo que sude en exceso. Este se aplica en el caso de sudoración extrema en las manos.
- Con la cirugía de axila se extirpan las glándulas sudoríparas de las axilas.
- Toxina Botulínica: la aplicación de esta se emplea para axilas, manos y pies. Esta se inyecta para anular temporalmente los nervios que estimulan la sudoración. Es uno de los tratamientos más extendidos hoy en día.
- Iontoforesis: esta técnica utiliza electricidad para desactivar temporalmente las glándulas del sudor. Es efectiva para manos y pies. Requiere de varias sesiones para su efectividad.
Como hemos podido ver, la hiperhidrosis es una enfermedad que puede tratarse, mejorar e incluso desaparecer si se acude a un profesional experto en la materia.
Es una enfermedad que puede pasar desapercibido y que afecta gravemente a la vida del paciente, su estima, forma de relacionarse y vida social.
En Policlínica la Real, contamos con los mejores profesionales que podrán atenderte y recomendarte el mejor tratamiento.
Si después de leer este artículo tienes dudas de sí padeces o no de hiperhidrosis, o si alguno de los tratamientos es bueno para ti, pide tu consulta y déjalo en manos de nuestros expertos.